La salida

Buenas... que tal...

Anoche fue mi primera salida en la gran ciudad. Como describirla... fue... fue... raro. Comenzamos con una noche de fernet, nos compramos una botella de Branca y la tomamos entre los tres que eramos, mientras jugabamos unos partidos de chin-chon. Luego de la botella, como a las cuatro de la mañana, decidimos salir a bailar a un boliche. Entonces nos tomamos un bondi, porque es impensable salir a algún lado si usar un medio de transporte. Entonces, luego de viajar 35 minutos, llegamos a destino, un boliche no tan grande ni tan pintón. En fin, decidimos entrar. En la entrada había uno de esos gorilas que habitualmente se encuentran en esos lugares y nos dijo que la entrada valía 20 pesos cada uno. 20 pesos? a las 4:30 de la mañana? cuando todo el mundo se estaba yendo? obviamente no entramos. Pero lo curioso de la entrada, además del precio, fue que para pasar a la pista de baile uno debía atravezar un detector de metales!!! si, leyó bien, un detector de metales. Nunca en mi vida vi algo igual en ningún boliche. Y para colmo de dijeron que en la mayoría de ellos es así. Mmmm, que raro no? Pero bueno, luego de decidir no entrar, pegamos la vuelta. Llegamos como a las 5:30 y nos acostamos a dormir. Esa fue mi experiencia en la noche porteña. Una cagada. Que le vamos a hacer, ya vendran findes mejores... como dice un tango no?