jueves, 20 de agosto de 2009

Es así

Siempre creí que todo se puede arreglar excepto la muerte. Es decir, siempre sostuve que si uno tiene un problema, por más complicado que fuera, existe una solución. Por eso digo que la muerte no, porque todavía nadie pudo hacer revivir a un muerto (Se que en la iglesia universal lo intentaron, pero como dice crónica tv: NO PUDIERON -http://www.taringa.net/posts/imagenes/1135034/Cronica-TV-en-Taringa.html-). Sin embargo, luego de salir a la calle un poquito y vivir otro, me di cuenta de que estaba equivocado. Hay cosas que por más que uno quiera, no se pueden arreglar. Por ejemplo, hay enfermedades que una vez que uno se las contagia, tenemos que convivir con ellas para siempre y es imposible (hasta ahora) expulsarlas de nuestro cuerpo. Se puede convivir con la enfermedad, incluso hasta aceptarla como parte de nosotros, pero al primer tropezón, ¡pum!, vuelve a aparecer y nos deja débiles y nos convierte nuevamente en enfermos.
Pero no solo pasa con las enfermedades, sino también con todos y en todos los ámbitos de la vida.
Entonces, ¿cual es el mejor remedio? Ya se, en vez de contagiarnos, dejemos que la enfermedad siga su curso, que no nos toque. La enfermedad existe en potencia, pero los riesgos se minimizan.
La vida es muy hermosa para vivir enfermo. Mejor no me contagio, se lo dejo a otro!

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