lunes, 21 de febrero de 2011

Retratro de un dedo olvidado

Si miran para abajo (tienen que estar descalzos) y se detienen tan solo un segundo en la terminación de cada pié (siempre de adentro hacia afuera, como todo en la vida) podrán comprobar la existencia de uno de los últimos soldados caídos en el olvido: Ahí, en ese preciso lugar yacen los deditos chicos de los pies.
Algunos dicen que están estratégicamente ubicados, ya que sin ellos, los dedos de un pié sumarían 4, un número complicado para recordar en las tablas. Otros afirman que simplemente son objeto de un exceso del cuerpo humano, de esos que no tienen sentido pero nos encanta presumir.
Si prestamos atención, podemos darnos cuenta de que son prácticamente simétricos. ¡Ah! ¡Bondad Divina!
Claro que son bellos, pero olvidados también.
Decimos con convicción que cada dedo tiene su nombre, de hecho uno de ellos tiene un personaje animado muy popular, sino, ¿Quién puede olvidarse de Pulgarcito?
Pobres deditos chiquitos, llamados confundidos, meñiques. ¡Bah! ¡Absurda coincidencia! Los meñiscos están en la rodilla, nada tienen que ver con los pies.
¡Debemos inventarles un nombre real!
Claro, antes de que quedemos rengos...