viernes, 26 de agosto de 2011

El mundo, uno solo y vacío.

Las golondrinas ya lo saben, ¡ellas viajan mucho! Los demás, nos quedamos dormidos. Pero a veces, cuando la inspiración (que se parece mucho a soñar) despierta, viajamos, recorremos lugares, visitamos laberintos y podemos percibir (aunque sea solo por un rato) el mundo.
La misma tierra que han pisado nuestros antepasados (¡que los hubo!) y que ahora pisan otros. El mismo aire que compartimos, la gente que no se conoce pero si interacciona. Dicen que el mundo es un pañuelo, espero que sea de alguien que no se resfría fácilmente.
Los que andamos, buscamos. Dicen que viajando se fortalece el corazón, no se... tal vez tengan razón, el mio se ha convertido en una piedra.
Hemos venido de lejos, a pesar de que estamos cerca.
No miren tanto, es todo lo mismo. Los que no dormimos, un día estamos cansados. Miramos sin ver, buscamos sin encontrar.
Yo busco y sin embargo tengo la esperanza de encontrar. Un día, te voy a encontrar...