miércoles, 30 de diciembre de 2009

Una mirada

Dicen que los ojos son el espejo del alma. Es decir que podemos develar hasta el más recóndito secreto con solo una mirada....
Si fuera tan fácil no necesitaríamos el habla, ni si quiera la boca. Sin embargo podemos entender los sentimientos, como la felicidad extrema o la infinita tristeza mirando de frente a las personas que conocemos, que amamos.
Los ojos nos dicen: SI, NO, GRACIAS, ME EQUIVOQUÉ, PERDÓN, PERDÓN....
Es curioso que a veces la boca diga lo contrario a lo que el corazón siente. Como si fueran entes totalmente individuales pero mutuamente necesarios. Son indispensables las mentiras piadosas, es fundamental una sonrisa en un momento de tensión, una caricia cuando hay más rencor que amor, una palabra de aliento cuando el caos es inminente, un te amo cuando el amor se perdió mucho tiempo atrás.
La boca puede mentir, pero los ojos no saben como. Son un reflejo, una imagen. Lo que realmente dicen, es la verdad absoluta.
Es más fácil mentir de forma impersonal que de frente. Es mejor alejarse con un mensaje y una llamada que viendo la tristeza desolando todo. Es mejor hablar de esperanza con la boca que con los gestos.
Mienten las personas, nosotros, los ojos no.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Felicidad ajena, felicidad propia

Es la sensación de sentirse bien. Ser feliz, aún cuando la felicidad sea ajena, es la virtud de la nobleza. Sentirse arriba cuando el horizonte es apenas tenue, pero los horizontes de los demás son claros, hermosos, luminosos, es la sensación de salir del cuerpo para convertirse en todos, multiplicándonos por cien, por mil.
La felicidad se comparte con los nuestros, pero es mágica cuando nos toca la de los demás.
El reencuentro, el comienzo, la finalización de una etapa, todo implica una mezcla de sensaciones que hay que saber orientarlas. Es hermoso el reencuentro, son increíbles las lágrimas, las caricias, los abrazos. Es hermoso el comienzo, lo nuevo, lo extraordinario, lo inexplorable, los horizontes extendidos. Es mágico el final, lo pasado, el ayer, el viejo yo, el niño durmiendo al fin.
Cada día es felicidad, cada día es una nueva oportunidad. No hay que dejar que las lágrimas tapen la luz del día. El sol sale siempre y si no funciona hoy, vuelve a salir mañana.
Todos los días, un nuevo día. Todos los días para enamorarse, para sentirse libre, para comenzar de nuevo. Comenzar de nuevo, de eso se trata. Agacharse y reconstruirlo todo con viejas herramientas, con las nuestras, las que siempre estuvieron.
No cabe duda que vale la pena intentarlo, una vez que estamos felices todo es posible.
Una vez que nos sentimos libres, es el momento de comenzar.
Creando lo que alguna vez tuvimos, lo que siempre intentamos o lo que nunca soñamos.
Y saber que todos los días sale el sol.

jueves, 10 de diciembre de 2009

¡¡¡Muchas visitas!!!

Hola a todos. Me pone contento ver que el blog tiene tantas visitas por día. No se si es porque yo le entro 1000 veces o porque ustedes se anotan. La cuestión es que sumamos y vamos por más. Para que haya mejor difusión, pueden comentar entre la gente, que hay un boludo en Córdoba que se dedica, además de robarle dinero al estado, a escribir notas cualquiera.
Y entonces en vez de ser uno solo...


Seamos un equipo...


¡Sumemos para ser más!


miércoles, 9 de diciembre de 2009

Sobre la guerra

Cuenta la leyenda que una vez cayó al suelo un paquete semi abierto de unos copos esponjosos y sabrosos que la gente vulgarmente llama tutucas. Aunque nadie explicó con claridad el motivo de esta caída, se cree que se debió al descuido de un niño que, por la prisa de degustar tan exquisito y corriente manjar, olvidó sujetar con fuerza el paquete.
Ocurrió que unos instantes después, luego de algunos insultos y auto-regaños del niño, dos de las afortunadas tutucas, decidieron salir de su prisión de nailon y festejar la dicha de estar vivas y no ser alimento en el interior de un desconocido.
Entonces se pusieron a decidir que juego era el ideal para festejar y divertirse, y llegaron a la conclusión de que la guerra era un juego entretenido, de hombres (las tutucas se auto definían como machos de su especie) y que tenía un poco de riesgo debido a las posibles balas imaginarias y además también se necesitaba algo de valor.
Cuando llegaron al acuerdo, una de ellas decidió representar a la paz, es decir al "clan de los buenos". La otra, para no ser menos, también eligió este bando. Pero ocurre que al minuto de comenzar el juego, notaron que nada tenía de divertido ser dos aliados luchando contra el aire, por lo que uno de ellos debía ser el malo.
Si bien la decisión llevó más tiempo del que les hubiera gustado, la tutuca menos esponjosa eligió ser del "bando de los malos".
Para que el juego tuviera más emoción, eligió esconderse en algún lugar estratégico que le permitiera observar a la otra tutuca en todos sus movimientos. Entonces salió corriendo y observó que había un niño acostado en el pasto durmiendo una siesta. Ante la desesperación de ser descubierta no tuvo mejor idea que esconderse dentro de la oreja del niño y con mucha mala suerte, de tanto correr hacia adentro, llegó al cerebro.
La otra tutuca, que no le había perdido el rastro, corrió detrás de ella. Pero justo antes de entrar en la oreja observó, tirada en el pasto, la tirita roja del abre-fácil del paquete desde el cual las dos provenían. Sin dudarlo un segundo, se ató la tirita a la frente y una extraña sensación la invadió. Ella misma se recordó a Rambo.
Entonces, con más valor aún, entró con toda furia al oído del pobre niño dormido.
Y desde ahí se escuchaban los tiros ficticios y las granadas que nunca existieron. Y desde entonces se dice que ese niño tiene, en la cabeza, dos tutucas jugando al Rambo...

martes, 8 de diciembre de 2009

Infinita tristeza

Dicen que la felicidad es inversamente proporcional a la inteligencia. Incluso debe haber más de una tabla con gráficos que lo representen. ¿Qué razón tienen estas palabras?¿Es una curiosa frase al azar, con perfecta sincronía y elocuente sonancia?. Lo dudo. Lo curioso de ello es que solo las personas inteligentes son capaces de comprenderla. Por lo que no está disponible para todos. Podemos decir que es una frase discriminativa, aunque eso lo dirían los ignorantes, la gente más feliz al fin y al cabo.
Creo que la inteligencia domina a la ignorancia pero que el dolor se impone por sobre todo. Que bello poder ser feliz ignorando los irrecuperables sucesos de la vida y el inclemente paso del tiempo. Se entiende que los animales no tienen conocimientos sobre su defunción. Es decir, que no saben que van morir algún día. Eso les permite vivir plenamente, viviendo sin conocer lo que va a acontecer mañana, permite que nos olvidemos del futuro, que no seamos capaces de sufrir por lo que algún día vamos a ser o por la persona en la que nos vamos a convertir.
El tiempo es inclemente, la prisión que nosotros nos creamos también. Una persona muy sabia dijo que nos enamoramos más del deseo que de lo que realmente deseamos. Una vez que ese deseo desaparece, ya ni siquiera estamos cómodos con lo que tenemos.
Las fantasías son solo eso, fantasías. Cuando cumplimos una, nos damos cuenta de que en realidad no era como esperábamos, el sueño era mayor y el deseo engañoso.
A veces nos sentimos desilucionados, la vida trae consigo muchas desiluciones. Los sueños viejos vuelven a surgir, el corazón roto no puede sanar y la inteligencia que no nos permite ser felices. Una persona completa, sin ninguna carencia, inteligente, formada, informada, bella, lista para el mundo. Es solo una persona en el mundo, en la frivolidad de la vida. El otro, el que nada tiene, el que nada puede, siente la misma sensación de vacío y soledad.
Uno y el universo, eso somos. Uno y el universo, ya lo dijo Sabato...